Te amo simplemente, sin fatigas
sin grandes miedos, por lo que tú eres.
No por los sueños que fabrico a solas,
sino por lo que das y tienes.
Porque soy en la tierra un tronco solo
que esta pidiendo nidos de pájaros.
Porqué tu me entusiasmas, me remozas
con tu dulce calor de animal blanco.
Y en las noches de lluvia, cuando nada
me puede hacer feliz porque padezco,
me entregas tus dos manos como panes,
me acercas como un cántaro tu cuerpo
y me pones temblando en las mejillas
los almohadones vivos de tus pechos.
Jorge Debravo
No hay comentarios:
Publicar un comentario