jueves, 21 de febrero de 2013

El mal del tiempo

 

Ya te has hecho vieja, pasión de mis veinte años;

mi mundo eran tus ojos, tus dos ojos castaños.

¡Qué daño el de los años, pasión de mis veinte años¡

 

Sin ti, sólo vacío; sin ti, todo ansiedad;

de todas mis pasiones, la Santa Trinidad.

¡Que tarde siempre llega la cruel eternidad!

 

Sin ti, cuánto he sentido la miseria de todo;

sin tus ojos, sin tu boca, sin aquel que era tu modo

a tu lado, todo cielo; nada, lodo.

 

Ahora, ya vieja, pasión de mis veinte años,

¿quién se ve ahora en tus ojos, en tus dos ojos castaños?

¡Qué daño el de los años, pasión de mis veinte años!

Max Jiménez

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