Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh,
Es el grito de un prejuicio decapitado.
-¡Muerte para todos!-
Sentencia el hombre.
Inversión de los valores proclamaba Nietzsche,
la muerte del débil por el fuerte: la muerte del
cristianismo.
¡Qué carajos!
-¡Muerte para todos!-
Sentencia el hombre.
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh.
¿Un poema? ¿Un verso?
No, idealista.
Nada de eso llevará pan a cualquier mesa.
Nada de eso hará la existencia humana menos pesada.
Aristóteles ya lo dijo: la poesía es el debería de la vida.
Un verdadero poeta escribe versos mazos.
Y
un verdadero filósofo no sólo piensa:
¿Para qué sirve pensar el mundo sin pretender transformarlo?
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh,
El liberalismo es desgarrado.
Sus pellejos arden en la hoguera,
Sus ideas son fusiladas, son masacradas, son descuartizadas:
El liberalismo cae, la libertad se eleva.
El pueblo danza alrededor de sus restos harapientos.
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh,
¡El capitalismo no es el fin de la historia!
La historia acabará con el hombre,
Hombre garras, que desgarra su propia realidad.
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh,
Es la muerte de todas las instituciones, es la muerte de la
familia
ante el grito del hijo bastardo.
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh,
Es como tú
y yo gritamos.
Marco Garita Mondragón
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