Y de pronto el infinito se encendió en mis manos
creando coronas y mesías, versos y melancolía,
haciendo de lo in-material una respuesta a lo natural.
Como-un-relámpago-universal,
el infinito se volvió etéreo
Y
distorsionó el género:
nuestras manos se volvieron ajenas.
Y
I
HI
todo se volvió confuso:
me busco en el cielo i no me hallo en el espejo.
me busco en la cosa hy la cosa me hace cosa.
Hi de pronto mis manos se encendieron en el infinito
y como soy finito
–off–
hy el infinito me traga;
i el infinito canta
i el infinito besa
i el infinito come
i el infinito baila
i el infinito coje
i el infinito es.
Marco Garita Mondragón
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